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24 MAYO
01 JUNIO

2024

África en breve: contar mucho en poco tiempo

El cortometraje tiene un lugar de honor dentro del FCAT, siendo junto a Hipermetropía, una de las dos secciones a concurso. Este año tenemos quince miradas, quince formas de contar diversas realidades a través de unas voces potentes y lúcidas que son capaces de desgranar tanto en tan poco. Países africanos como Sudán, Ruanda, Sudáfrica, Egipto, Marruecos, Somalia, Cabo Verde, Argelia, Nigeria, Túnez se unen a los europeos Francia y Portugal para completar esta sección, que no por estar compuesta por cortometrajes, es breve. ¡Empezamos!

1. Mujeres vulnerables y matriarcas empoderadas

Comienza el recorrido por Al Sit (Sudán), dirigida por Suzannah Mirghani. En un pueblo de Sudán dedicado al cultivo del algodón, Nafisa, de 15 años, se muere de amor por Babiker, pero sus padres ya la han prometido a Nadir, un joven empresario sudanés que vive en el extranjero. Además, Al-Sit, la abuela de Nafisa y poderosa matriarca del pueblo, también tiene planes para Nafisa. 

Esta es una historia de Sudán sobre mujeres, tanto desamparadas como poderosas. En muchas aldeas sudanesas, la matriarca es venerada y respetada y gana poder social a través de la experiencia y la edad. Las chicas jóvenes, por otro lado, son las más vulnerables. Esta película explora ambos extremos de la cadena social y cómo estos roles podrían estar cambiando en un mundo en proceso de modernización.  Todos tienen su propia razón egoísta de por qué el matrimonio concertado de Nafisa, de 15 años, debería o no suceder, todos menos la futura esposa. 

“Conocí a muchas chicas jóvenes como Nafisa: adolescentes que viven al margen de sus propias vidas, observando en silencio cómo otros toman decisiones importantes en su nombre. Muchas chicas no se defienden porque creen que no tienen otra opción. En esta película, exploro la posibilidad de que una niña haga una declaración contra todo pronóstico. Esa es una declaración aparentemente simple: elegir a quién amar”, cuenta la cineasta, que además estará presente en la mesa ‘Imágenes de Sudán’, el 29 de mayo.

2. Amor y homofobia entre los versos de René Char

Baltringue (Francia), de Josza Anjembe, es la segunda obra de esta directora y ha sido nominada al Cesar 2021 a mejor cortometraje. Josza Anjembe filma el encierro físico y psicológico de un preso llamado Issa, una inmersión en movimiento en el mundo carcelario. Unos días antes de su liberación, Issa conoce a Gaëtan, un nuevo detenido que es seguidor de los versos de René Char. Preocupado por esta llegada, el joven también es interrumpido por la homofobia que reina dentro de los muros de la prisión.

3. Los cuerpos de las mujeres siempre están en riesgo

Cause of death (Sudáfrica), de Jyoti Mistry, fue estrenado en la pasada Berlinale. Bajo la contundente declaración “Los cuerpos de las mujeres siempre están en riesgo”, se desarrolla esta obra de la directora sudafricana. El informe de una autopsia describe el estado de un cuerpo sin vida, pero no tiene en cuenta la violencia estructural y recurrente en el cuerpo femenino que lleva al feminicidio. 

Mediante imágenes de archivo, animación y un poema en off, se construye una experiencia de la violencia física contra la mujer. Jyoti Mistry ha sido artista residente en la Netherlands Film Academy en Amsterdam y en el California College of the Arts en San Francisco y fue miembro del Jurado Internacional de Cortometrajes en la 68ª Berlinale. Actualmente es profesora de cine en la Universidad de Gotemburgo.

4. Primer cortometraje del cineasta ruandés que tuvo estreno en Locarno

Fish bowl (Ruanda), de Ngabo Emmanuel. Después de enfrentarse a su tío en vísperas del entierro de su madre, un joven artista se ve invadido por unos sentimientos inesperados hacia una amiga cercana. Ngabo Emmanuel (conocido como Ngabo Wa Ganza) es un cineasta y artista visual que vive en Kigali, Ruanda. Habiendo estudiado historia en la escuela secundaria, las referencias históricas y culturales son una influencia importante en su proceso creativo. También está muy influenciado por artistas locales que ponen su experiencia personal en su trabajo. Fish Bowl es su primer cortometraje.

5. Racismo a los subsaharianos desde los países árabes

En Henet Ward (Egipto), de Morad Mostafa, se cuenta la historia de Halima, una sudanesa que vive en Egipto y que se dedica a hacer tatuajes con henna. Cumpliendo con su trabajo, se desplaza a una zona de Giza para preparar a una novia. Le acompaña su hija Ward, de siete años, que pasea y descubre el barrio.  Morad Mostafa (1988) estudió Dirección en Cinema Palace y en diversos talleres de cine. Trabaja en la industria cinematográfica desde 2010 como asistente de director. En 2019 escribió y dirigió su primer cortometraje, Henet Ward.

6. El cortometraje ganador de la Palma de Oro en Cannes

I am afraid to forget your face (Egipto / Francia), de Sameh Alaa. Lejos de la mujer a la que ama desde hace ochenta y dos días, Adam está dispuesto a todo para borrar la distancia que los separa. Sameh Alaa (El Cairo, Egipto. 1987) estudió literatura alemana en la Universidad de El Cairo. Antes de mudarse a Europa trabajó como asistente de dirección en anuncios publicitarios y largometrajes. En 2016 terminó su máster en cine en la escuela EICAR de París. Su primer corto, Fifteen (2017), se estrenó en el Festival de Toronto y recibió diversos premios en todo el mundo. I am afraid to forget your face se convirtió en el primer film egipcio en 50 años en ser seleccionado para la Sección Oficial de cortometrajes del Festival de Cannes 2020. En la actualidad se encuentra desarrollando su primer largometraje.

7. El productor de Sofia (Meryem Benm’Barek-Aloïsi) llega con un cortometraje marroquí

En Le Départ (Marruecos), de Saïd Hamich Benlarbi, nos transportamos al Marruecos del año 2004. Para Adil, de 11 años, el verano transcurre jugando con su pandilla y esperando la participación de su ídolo, el mediofondista Hicham El Guerrouj, en sus últimos Juegos Olímpicos. Pero la llegada de su padre y de su hermano, que han venido a pasar unos días desde Francia, cambiará su vida para siempre. Saïd Hamich Benlarbi nació en 1986 en Marruecos. Es el productor ejecutivo de varios largometrajes, incluidos Neither Heaven nor Earth de Clément Cogitore y Sofia de Meryem Benm’Barek. También ha producido una treintena de cortometrajes y varios largometrajes, entre ellos Much Loved de Nabil Ayouch (como coproductor). Su película Return to Bollene fue galardonada con el Premio Contrebandes en el FIFIB en 2017.

8. Una pequeña joya desde Somalia

Desde Somalia llega Life on the horn, de Mo Harawe. La cinematografía de este país no es abundante, por eso no podemos perdernos la oportunidad de ver este maravilloso cortometraje. Durante más de una década se vertieron ilegalmente residuos tóxicos en la costa de Somalia. El terremoto y maremoto de 2004 dañaron los contenedores,  esparciendo residuos y causando la propagación de enfermedades. Mucha gente abandonó los pueblos, pero algunos se quedaron y han debido enfrentarse a las consecuencias.

Fotograma de Life on the horn

¿Cómo se puede mostrar una catástrofe tan «lenta», con causas y efectos que se extienden a lo largo de varias vidas humanas? Life on the Horn lo cuenta de forma elíptica, casi sin palabras, utilizando lo mínimo, encontrando imágenes precisas y muy sensibles para registrar esta violencia crónica, en miradas, gestos, paisajes. El director Mo Harawe nació en Mogadiscio y ha estado viviendo en Austria desde 2009. Representa un entorno que prácticamente se graba en los cuerpos de sus residentes, ya sea como dificultad para respirar o una sensación de abandono omnipresente. Life on the Horn es un cine narrativo político en forma de duelo: con los más mínimos medios, la película logra hacer comprensible lo incomprensible. (Nikolaus Perneczky)

9. Viaje espiritual y doloroso vínculo con la tierra

Nha Mila (Cabo verde / Portugal), de Denise Fernandes. Después de 14 años lejos de su país natal, Salomé se ve obligada a regresar a Cabo Verde para visitar a su hermano moribundo. En tránsito en el aeropuerto de Lisboa, una limpiadora llamada Águeda la reconoce, es Mila, su amiga de infancia. Águeda le propone que no pase la larga escala en el aeropuerto y que vaya a su casa, con las mujeres de su familia. El barrio lleva a Mila a un viaje espiritual, despertando un doloroso vínculo con su tierra. 

Denise Fernandes nació en Lisboa en 1990 de padres de origen caboverdiano y se crió en el sur de Suiza. En 2011 se licenció en dirección y producción cinematográfica en el Conservatorio Internacional de Ciencias Audiovisuales de Lugano (CISA). Ese mismo año, su cortometraje de diploma Una Notte se estrena en la 64 edición del Festival de Locarno. De 2011 a 2013, estudió en la Escuela Internacional de Cine y TV (EICTV) en Cuba, donde dirigió los cortometrajes Pan Sin Mermelada, que merece la nominación de Próximo Talento en el Festival de Solothurn e Idyllium, premiado en el Winterthur International Festival. Hanami fue seleccionada entre 70 proyectos para el Solothurn Talent Lab 2016 y recibió el premio al mejor primer proyecto de la Sociedad Suiza de Autores (SSA).

10. Cortometraje desde la cantera del colectivo Surreal16

Rehearsal (Nigeria), de Michael Omonua cuenta la historia de un grupo de actores ensaya una obra en el Teatro Nacional de Nigeria. Los intérpretes hacen el papel de un grupo perteneciente a una iglesia que prepara una obra. ¿Cómo se escenifica una curación milagrosa? Realizan castings, prueban con diferentes interpretaciones, las mejoran, las descartan. Las fronteras entre la iglesia y el teatro, entre la fe y la credibilidad, empiezan a borrarse. 

Michael Omonua recibió su licenciatura en producción cinematográfica en la University College of the Creative Arts, en Farnham, Surrey, y desde entonces ha escrito y dirigido cortometrajes tanto en el Reino Unido como en Nigeria. Sus cortometrajes tienen influencias muy variadas, desde el cine humanista de Ray, Ozu y Bresson hasta la experimentación de directores franceses de la Nueva Ola. Trabajando en Nollywood, la industria cinematográfica de Nigera, Omonua estaba desilusionada por la abundancia de comedias de payasadas y películas de bodas que saturaban el mercado. Luego cofundó, junto con otros dos cineastas nigerianos CJ Obasi y Abba Makama, el Colectivo Surreal16. Su misión es poner al cine nigeriano en un nuevo rumbo, inspirado en el movimiento danés Dogma 95.

11. La mirada de una directora argelina para narrar la búsqueda de un padre

Noor, un día casi soleado (Argelia) de Rim Nakhli, llega a Tarifa tras haber pasado por Locarno, Egipto y el American Film Institute Festival. Nour y Adem partieron en busca de su padre, a quien no veían desde hacía mucho tiempo. Ansiosos por conocer a su padre, cruzan la ciudad para llegar al lugar de encuentro, pero él no aparece. Nour es uno de esos cortometrajes que reivindican un derecho y una libertad. El derecho a encontrar un camino y la libertad de fracasar.

12. Ilias El Faris, miembro de jurado de Hipermetropía y director en África en breve

Sukar (Marruecos), de Ilias El Faris. En la playa de Casablanca, dos adolescentes viven discretamente una pasión. Niños y adultos los vigilan. Una pelea desvía la atención.   Nacido en Agadir en 1990, Ilias El Faris ahora vive en París. Su primer cortometraje, Azayz, rodado en super 8mm en Taghazout, fue seleccionado en varios festivales internacionales y ganó el premio del jurado internacional en Doclisboa 2016. En 2017, Ilias rodó Roujoula en Casablanca, seleccionado en el concurso internacional del Festival de Cine de Clermont-Ferrand y galardonado, entre otros, con el Gran Premio Corto de la 40ª edición de Cinemed. Para la colección L’Animal, encargada por el CNAP (Centre National des Arts Plastiques) y el GREC (Groupe de Recherches et d’Essais Cinématographiques), Ilias dirige Aïn Diab en marzo de 2019 proyectada en el festival Côté Court. Rodada el mismo año, en 16 mm en la playa de Casablanca, Sukar es su última ficción. También coescribió el cortometraje Le Petit dirigido por Lorenzo Bianchi, que ganó un premio compañías de «l’éventuel hérisson bleu» (teatro) y «mirroirs étendus» (creación lírica).

13. Las sombras de la ciudad y sus fantasmas

Toute la nuit (Argelia), de Fayçal Hammoum. Al caer la noche sobre Argel y Louisa salen de una estación oscura en el centro de la ciudad. Sigue su camino, pegando por doquier carteles de “Desaparecido”. Se sumerge en las sombras de la urbe cual fantasma, dando pie a una larga noche de vagabundeo por las callejuelas. 

Fotograma de Toute la nuit

14. Transexualidad en Túnez

This day won’t last (Túnez), de Mouaad el Salem. Hay mucho en juego: el artículo 230, una ley creada en Túnez durante el período colonial francés, criminaliza la homosexualidad en el país y se aplica activamente para abusar, encarcelar y discriminar duramente a las personas LGBTQ que viven en el país.

“En este contexto, la primera película de Mouaad el Salem es un reclamo vital y palpitante de existencia. En palabras del cineasta, “aún así, seguiré grabando y enviando materiales a mis amigos que me ayudarán a transmitir mi mensaje”. Estos materiales, recopilados desde 2017, dan como resultado una película que no solo es un registro de estas vivencias, sino también un acto de transmisión a los amigos; un acto de cuidado y apoyo entre una comunidad.

Tanto a un retrato personal como a uno colectivo, no está claro quién habla y quién está siendo filmado, dónde termina el relato de una vida y comienza otra. Primeros planos de cuerpos, gestos, indumentaria, joyas y espacios domésticos expresan y documentan momentos de libertad vividos en secreto en la vida cotidiana. Los sujetos son vistos, pero individualmente no identificables. Su seguridad es de vital importancia. El peligro de grabar y definir estas imágenes de alegría y libertad, así como el riesgo de ser atrapado reclamando esta existencia, está presente de manera conmovedora a lo largo de la película.

Tejiendo fragmentos de video e imágenes fijas en blanco y negro, tanto íntimas como diarísticas, colectivas y públicas, This day will not last es un documental poético e intuitivo. Las imágenes de una higuera desarraigada resuenan con la compleja pregunta de qué significa dejar Túnez para los jóvenes LGBTQ del país. Se sostiene y se fotografía a un gato con amor, mirando con calma el flash de la cámara; un testigo de confianza. Las cortinas y los textiles domésticos cuelgan y respiran la brisa como pulmones, el océano cede y retrocede. La vida no se aplasta, aquí hay espacio para vivir, bailar, grabar, ser visto y soñar”. —Christina Demetriou

15. La animación también se suma a África en breve

Vanille, de Guillaume Lorin. Vanille, una joven parisina que acaba de llegar a la isla de Guadalupe, se sumerge en una aventura llena de misterio en la que tendrá que ir al encuentro de pintorescos personajes y de una flor mágica. Vacaciones con muchas aventuras. 

Valeria Reyes

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